El trabajo en el hogar puede acarrear ciertos problemas de salud
Hipertensión, dermatitis, problemas emocionales o patologías óseas y musculares son sólo algunos ejemplos de dolencias asociadas a las personas que trabajan en casa.
El ámbito en el cual se desarrolla una ocupación y el tipo de esfuerzo que se hace son dos factores que determinan el estado de salud.
Como en cualquier otro empleo, ocuparse de la casa es una actividad que por si misma también puede desencadenar molestias físicas y psicológicas. Al conjunto de estos síntomas se le ha denominado
"síndrome del ama de casa"
- Factores que predisponen:
• Aunque cansado, las labores domésticas no permiten gastar demasiadas calorías. A lo que se une que el tiempo libre del que se dispone favorece el picoteo o la ingesta descontrolada de comida.
• La falta de estímulo por un estilo de vida monótono puede llevar a descuidar la imagen personal y a relajarse en el seguimiento de ciertas costumbres saludables.
- Dolencias físicas:
Aparte de los accidentes domésticos que pueden sufrirse por golpes, caídas o quemaduras, el ama de casa se expone a una serie de dolencias vinculadas a este tipo de ocupación:
- Sobrepeso y obesidad:
- Dolores óseos y musculares:
- Hipertensión:
- Cefaleas:
- Dermatitis:
- Trastornos emocionales:
Las personas que trabajan en el hogar son uno de los colectivos más afectados por cuadros depresivos. Contribuye a ello la baja autoestima por el desarrollo de una actividad ingrata, desagradecida e infravalorada socialmente, que genera insatisfacción y estados de frustración.
- Cómo mejorar:
- Romper la rutina:
Reforzar el nivel de autoestima y concienciar a la unidad familiar de la importancia y necesidad del trabajo doméstico para el bienestar de todos sus miembros. Además, conviene regalarse pequeños caprichos o buscarse alternativas que resulten estimulantes en forma de cursos, talleres, hobbies, etc.
- Rebajar el nivel de autoexigencia:
Disminuir el volumen de trabajo y ser consciente de los propios límites. Lo mejor del trabajo del ama de casa es que cada uno es su propio jefe.
Amparo Peña